miércoles, 22 de enero de 2014

Abandonada

En el año 2008 mi madre se marchó con su novio y mi hermano y yo quedamos con mi padre y mi tía. Vivíamos arrumados en una casa donde había demasiada gente y demasiado ruido, donde no se podía respirar y nada nos pertenecía. Mi madre venía de vez en cuando, pero no se quedaba demasiado porque estaba comenzando una nueva vida que no nos incluía.

En el colegio, como siempre las cosas iban fatal. Siempre ha sido lo mismo, me odian sin importar lo que haga. He llegado a considerar que tal vez hay algo mal en mi, porque si siempre te llamas inútil, estúpida y cosas similares, tal vez sea razón. Tal vez no sirvo para la vida.

Esos años fueron terribles, y mis síntomas depresivos se hicieron más fuertes. A mi familia no le importaba , pues yo siempre había sido "llorona" y mi padre tuvo que tomar un trabajo lejos para mantenernos. Eramos mi hermano, mi tía y mis primas. Mi tía intento ayudarnos siempre, pero yo era un desastre emocional, por lo tanto hacía todo tipo de travesuras y su carácter se alteraba con facilidad. De nuevo me veía envuelta entre gritos e insultos, sin ninguno de mis padres a mi lado y siendo rechazada en el colegio. A veces, cuando el stress llegaba a un punto límite, salía corriendo hasta un cerro que estaba a una cuadras de la casa y allí solo gritaba hasta desahogarme un poco.

Cuando estaba en el colegio y mis fuerza llegaba al su máximo, solía morderme las manos, pues así el dolor físico me alejaba del emocional, pero siempre volvía al mismo punto: Sola, depresiva, inútil, estúpida, abandonada, molesta y sobre todo aquella que no valía pena.

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