viernes, 24 de enero de 2014

Recaida

Ah!!!!!!
Mal día hoy. Tuve una pequeña crisis en el colegio, me dio solo porque me sentía muy embotada y me puse. No llegó a mucho pero de nuevo me sentí sola y rechazada. Odio ponerme así por nada. En este momento las ideas están volviendo y mi madre está en otro mundo donde yo no existo. Tengo mis medicamentos en frente, pero no quiero tomarlos. Los odio, odio esa mierda, solo me hacen torpe creo que no los tomaré. Quiero lanzarlos por el inodoro. Creo que no, no los tomaré.

miércoles, 22 de enero de 2014

Abandonada

En el año 2008 mi madre se marchó con su novio y mi hermano y yo quedamos con mi padre y mi tía. Vivíamos arrumados en una casa donde había demasiada gente y demasiado ruido, donde no se podía respirar y nada nos pertenecía. Mi madre venía de vez en cuando, pero no se quedaba demasiado porque estaba comenzando una nueva vida que no nos incluía.

En el colegio, como siempre las cosas iban fatal. Siempre ha sido lo mismo, me odian sin importar lo que haga. He llegado a considerar que tal vez hay algo mal en mi, porque si siempre te llamas inútil, estúpida y cosas similares, tal vez sea razón. Tal vez no sirvo para la vida.

Esos años fueron terribles, y mis síntomas depresivos se hicieron más fuertes. A mi familia no le importaba , pues yo siempre había sido "llorona" y mi padre tuvo que tomar un trabajo lejos para mantenernos. Eramos mi hermano, mi tía y mis primas. Mi tía intento ayudarnos siempre, pero yo era un desastre emocional, por lo tanto hacía todo tipo de travesuras y su carácter se alteraba con facilidad. De nuevo me veía envuelta entre gritos e insultos, sin ninguno de mis padres a mi lado y siendo rechazada en el colegio. A veces, cuando el stress llegaba a un punto límite, salía corriendo hasta un cerro que estaba a una cuadras de la casa y allí solo gritaba hasta desahogarme un poco.

Cuando estaba en el colegio y mis fuerza llegaba al su máximo, solía morderme las manos, pues así el dolor físico me alejaba del emocional, pero siempre volvía al mismo punto: Sola, depresiva, inútil, estúpida, abandonada, molesta y sobre todo aquella que no valía pena.

domingo, 19 de enero de 2014

Y la vida... sigue?

A mi madre le gustaba mudarse mucho, no pasé más de dos años en un mismo colegio por ella y por mi padre. Cuando estaba en quinto grado, estaba empezando en un colegio nuevo y mis padres estaban tratando de intentarlo de nuevo. Vivíamos los cuatro en un apartamento y mis padres comenzaron a tener problemas de nuevo. Mi madre tenía un nuevo novio y mi padre comenzó a sospecharlo. Él tenía mucha rabia en ese momento y me golpeó de una manera que no lo imaginé jamás. Mi madre ya casi nunca iba al apartamento y me sentí muy sola de nuevo. Cuando reuní el valor suficiente para decírselo me llevó con ella y su novio y mi padre y mi hermano se quedaron juntos.

En el otro colegio me sentí diferente y marginada, comencé de nuevo a creer que no valía, una de mis compañeras lo notó y yo acabé confesando cómo me sentía. Mi primer intento de suicidio fue a los nueve años, en quinto grado. Me salí de clases porque me sentía mal, en el baño había un vidrio roto e intenté cortarme las venas. Lo intenté mucho pero solo conseguí un par de rasguños. Mi confidente entró al baño y me calmó, esa vez pude ver en sus ojos miedo y tristeza, sus buenas intenciones no sirvieron de nada.

Yo parecía estar bien casi todo el día, y encerrada en la biblioteca o sola en el pasto conseguía sentirme tranquila. El problema era cuando esa pequeña vocecita subía a mi cabeza y me ahogaba en ella. Era incontrolable y sentía que incluso respirar dolía. Me entraba una desesperación insoportable y todo perdía sentido. Ese sentimiento es peor que la muerte misma.


Así es la crisis depresiva, incontrolable y acaba por consumirte.

sábado, 18 de enero de 2014

Sola entre un montón.

Tengo casi 16 y he lidiado con esto sola casi toda mi vida. Problemas familiares y una maldita predisposición genética hicieron de mi vida un infierno a los siete años de edad. Siempre fui hipersensible y mi familia se burlaba de mi por eso. Solía esconderme para que no me vieran llorar, me dolía como parecía no importarles mi dolor, a veces creía que lo disfrutaban.

Mis padres siempre fueron muy conflictivos. Toda mi vida he considerado que no se soportaron nunca y que solo pasaron tantos años juntos porque su vida quedó arruinada por no usar protección. Ellos dos eran muy diferentes y muy iguales por lo tanto no se soportaban. Mi hermano y yo crecimos en el medio de sus peleas y discusiones, nunca les importó cómo nos sentiríamos nosotros ante sus gritos e insultos. Tengo recuerdos  padre golpeándola y de ambos gritando y ahora no puedo soportar ningún tipo de grito, me lleva a ese momento y es intolerable.

A los siete años comencé a pensar que fui un error. Veía a mis padres siendo infelices y me culpaba por ello. Parecía que todo lo que tenía que ver con mi era malo. Me encerraba en el armario y me repetía yo no debi nacer, soy error, debería morir y así todos serían felices.